Al pensar en el diseño de equipamiento urbano surgen una serie de objetos de los más variopintos. A priori pueden parecen pocos elementos, pero a poco que pensemos nos daremos cuenta que el catálogo de elementos necesarios en una plaza puede ser enorme.
La ventaja de esto es que nos permite crear muchos ejercicios ideales para entrenar el ojo clínico que todo diseñador necesita. En este capítulo nos centraremos en la creación de algunos aparca bicicletas, cuyas formas singulares y tan diversas permiten combinar diferentes técnicas de dibujo. Ya no sólo por tener más o menos elementos decorativos, sino por aprovechar formas que se adapten a la dificultad progresiva que vamos planteando en el libro.
