Muchos de los elementos que incluimos en el equipamiento del parque pueden ser de característica variables, y muchas veces necesitamos verlos integrados en el diseño, antes de tomar una decisión.
Por ejemplo, el largo de un banco, la altura de una farola, la proporción de un bolardo o en la inclinación de un mástil. Si tuviésemos la posibilidad de manipular in situ dichas propiedades, la tarea de diseñar sería mucho más sencilla y rápida, y las decisiones se tomarían más fácilmente.
Lo cierto es que esta posibilidad ya la tenemos, y para ello basta con incorporar parámetros, acciones y restricciones a los bloques, para dotarlos de un comportamiento configurable. La incorporación de estos parámetros y estas acciones, convierte a los bloques en bloques dinámicos; conocer más de ellos, es el cometido de este capítulo.
